Bélgica: Escapada a Lovaina (Leuven) de un día

En nuestra mente, una ciudad universitaria es sinónimo de diversión y fiesta mezcladas con estudio y trabajo duro. El ambiente suele ser dinámico, joven, fresco, del que nos pone una sonrisa en la cara. Tal sensación, unida a las palabras “cultura” y “cerveza”, se convierte en una razón muy apetecible para visitar Lovaina (Leuven), a media hora escasa en tren desde Bruselas, la capital de Bélgica.

Plaza de Oude Markt
Plaza de Oude Markt

Esta ciudad, por pequeña que pueda parecer, esconde muchas sorpresas que en un solo día no es posible descubrir. No obstante, en nuestro caso solo tuvimos la opción de pasar una jornada descubriéndola, lo que nos llevó a escoger con cuidado nuestros “imprescindibles” de Lovaina.

Habiendo llegado a la estación de tren, a 10 minutos andando del centro neurálgico y de la Universidad, lo más aconsejable era un paseo para empaparse del ritmo de vida lovaniense. Descubrimos así una ciudad de edificios bastante nuevos, en general, restaurados o reconstruidos, dado que las Guerras Mundiales no tuvieron clemencia con ella.

Fonske de Lovaina
Fonske de Lovaina

La primera parada fue ante la escultura de “la fuente de la sabiduría” o Fonske, una fuentecilla que representa la vida del estudiante mediante un extraño hombrecillo que sostiene un libro en una mano, mientras con la otra derrama líquido de un vaso (aunque sería un puntazo que vertiera cerveza, por ahora parece que solo es agua) por encima de su cabeza.

A la espalda del simpático ser pétreo nos llamaron la atención dos edificaciones muy importantes en Lovaina.

Una de ellas es la iglesia gótica de San Pedro (Sint-Pieterskerk), con su dorado Jacquemart llamado “Maestro Jan” (Meester Jan) tocando la campana. La otra: el ayuntamiento.

Ayuntamiento e iglesia de San Pedro
Ayuntamiento e iglesia de San Pedro

Carecíamos de tiempo de visitar ambas, así que tuvimos que elegir. Nos decantamos por el último, puesto que había la posibilidad de realizar una visita guiada por su interior.

Por desgracia, nos avisaron tarde de que la visita al ayuntamiento se iba a realizar solo para hablantes de holandés y francés, por lo que hubo cosas que se escaparon a nuestra comprensión. Cierto es que realizan tours en varios idiomas (alemán, inglés, francés…), pero no todos los días, así que hay que tener cuidado para poder disfrutar de verdad de las historias que el guía nos pueda contar.

También hay que admitir que, aunque poseen cuadros interesantes de artistas flamencos y curiosas historias y anécdotas, no deja de ser una visita a un ayuntamiento. Mucho más interesante en todos los sentidos fue nuestra siguiente visita: ¡a la biblioteca!

Edificio de la biblioteca y plaza de Monseñor Ladeuze
Edificio de la biblioteca y plaza de Monseñor Ladeuze

Sí, la biblioteca: Un enorme edificio que preside la plaza de Monseñor Ladeuze (Monseigneur Ladeuzeplein), la mayor de Lovaina y que expone una gran escultura en su centro (Totem), algo así como un escarabajo atravesado por una aguja, pero de dimensiones exageradas.

Volviendo a la biblioteca universitaria, hay que decir que quedó casi completamente reducida a escombros durante la Segunda Guerra Mundial, pero su reconstrucción se hizo con mimo y ahora es una mezcla muy interesante entre almacén de libros y museo, además de dar la opción de subir a la torre, desde la que se puede disfrutar de unas vistas maravillosas.

Bicicletas en Lovaina
Bicicletas en Lovaina

Otra de las opciones por las que nos decantamos, una que nos gusta especialmente, fue la de perdernos callejeando, permitiendo que la ciudad nos sorprendiera con su arquitectura, su gente, sus esculturas, sus canales… Y sus estudiantes arrastrando maletas de mil maneras distintas por suelos empedrados de camino a la estación para pasar el fin de semana con sus familias.

Toda Bélgica (o casi) cuenta con una gran cultura ciclista. Al tratarse de un país más o menos llano, los desplazamientos mediante bicicleta, principalmente por ciudad, son más que habituales y ver estos ingenios mecánicos por todas partes colocados o incluso tirados resulta llamativo.

Por último, el lugar con más ambiente de la ciudad es el Oude Markt, denominado por los lovanienses como “la barra más larga de Europa”. Resulta ser una plaza rectangular bastante alargada y llena de bares, terrazas y gente con ganas de divertirse. Esta zona contrasta mucho a distintas horas del día. Pasa de estar vacía, silenciosa y tranquila a convertirse en el alma de la fiesta.

Mirando el ayuntamiento
Mirando el ayuntamiento

En nuestro caso, no hubo tiempo para más. Nos fuimos con la sensación de haber comenzado solo a conocer lo básico de Lovaina, y nos ha dejado con ganas de más.

Quedan pendientes lugares como la abadía del Parque (Abdij van Park) o el Gran Beaterio (Groot Begijnhof), que es patrimonio mundial declarado por la UNESCO, y es que Lovaina en un día es una aventura solo apta para los más rápidos.

Vistas a Lovaina desde la torre de la biblioteca
Vistas a Lovaina desde la torre de la biblioteca
Bares y edificios de Oude Markt
Bares y edificios de Oude Markt
Avenida hacia el ayuntamiento de Lovaina
Avenida hacia el ayuntamiento de Lovaina

Guía de viaje para visitar Lovaina

  • Otros lugares interesantes pueden ser la fábrica de cerveza Stella Artois, el jardín botánico y el museo M. Y si se tiene tiempo, hay rutas en bicicleta por las afueras de la ciudad, en un entorno natural muy aconsejable cercano al Gran Beaterio.
  • Un pequeño consejo. Cuidado con las zonas empedradas que parezcan peatonales, como la plaza del ayuntamiento (Grote Markt), pues no tienen por qué serlo (pueden pasar autobuses, por ejemplo).
  • Cómo llegar hasta Lovaina desde Bruselas

    • Desde la estación central de tren de Bruselas podemos llegar en tren a Lovaina en apenas 30 minutos. El ticket por cada trayecto ronda los 4€-9€, según clase y horarios.
  • Dónde dormir

  • Web de turismo

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  1. Una ciudad de la cual no sabía nada, hasta ahora. Bélgica parece tener tanto, pero además de Bruselas y Brujas – y Waterloo – en general se sabe muy poco. Me ha dado ganas de incluir Lovaina a la lista. :-)

  2. Nos quedó pendiente por conocer Lovaina, ahora veo lo que nos perdimos, y encima con esas fotazas seguro que todavía parece más bonito.
    Un abrazo
    Carmen

  3. Estuve el mes pasado en Bélgica y al final me quedé con ganas de hacer una paradita en Lovaina volviendo de Amberes.. pero nos confundimos de tren , ya que no tenía parada el que cogimos, jajaj. Otra vez será, porque las fotos son preciosas!!

  4. Me quedo con el Ayuntamiento, de todas, todas. Os quedó muy bien la foto sentado en la terraza frente al Ayuntamiento. Eso es uno de los mejores placeres en casi cualquier ciudad belga: sentarte en una plaza, tomar una cerveza belga (Chimay Azul, a ser posible), y disfrutar…