Bucarest en 10 sensaciones y 22 fotografías
«Bucarest es una ciudad fea«, «en un día la ves de sobra«, «es lo peor de Rumanía«. Sólo oía frases como estas de todo aquel con que comentaba que iba a ir un par de semanas a Rumanía y estar 5 días en Bucarest. Tras el road trip de una semana que hice por Transilvania, mis expectativas sobre Bucarest eran más que bajas, y quizás por eso me sorprendió tanto la ciudad.
Es fea como el demonio, eso no lo voy a negar, pero tiene muchas otras virtudes que justifican una visita de unos cuantos días a esta peculiar ciudad. Estas son algunas de las sensaciones que me produjo Bucarest tras estar en ella 5 días.
La inmensidad del Palacio del Parlamento Rumano
El segundo mayor edificio del mundo con 340.000 m², tan sólo superado por el Pentágono de Washington, y el primero si tenemos en cuenta que el Palacio del Parlamento Rumano está construido como una única mole, mientras que el Pentágono se compone de varios edificios anexos.
Más que su descomunal tamaño, me impresionó aún más su aburrido estilo comunista.
Gigantes salones, infinitos pasillos, escaleras de mármol que dejan pequeña a la del Titanic, y un vacío apenas llenado por escasos cuadros y luminosas lámparas. Claro ejemplo de cómo fue el comunismo en Rumanía: mucha fachada y poco contenido.
El estilo ochentero de plena actualidad
La frase que más oí de todos los que visitaron Rumanía es que «es como España hace 20 años». En las zonas rurales añadiría unas cuantas décadas más, que quitaría a la hora de hablar de Bucarest.
La gente más mayor y los lugares más clásicos de la ciudad van aparte, puesto que tienen un aire retro ochentero muy peculiar que no parece fruto de otra moda hipster más. Sin duda, este es uno de los mayores contrastes de la ciudad, que parece estar viviendo un nuevo renacer tras la entrada en la Unión Europea y la irrupción de Internet.
Los aberrantes Dacia
Para un apasionado de los coches como yo, una de las cosas en que más me intereso cuando voy a visitar un nuevo país es en los automóviles autóctonos. Es increíble cuánto del estilo de una nación se refleja en sus coches, y considerando que los Dacia son lo más cutre que se fabrica en Europa, imagínate el resto.
Es desalentador ver cómo a los coches de policía se les cae la pintura, y si coges un Taxi amarillo, experiencia que no puedes perderte para sentir el agresivo estilo de conducción rumano, comprobarás de primera mano lo incómodos que son. Son funcionales, por lo menos mientras no se han roto, pero no valen para mucho más.
El pasado de edificios comunistas
El Palacio del Parlamento es el mayor ejemplo de edificio comunista que podemos ver en Bucarest, pero no el único. Durante el larguísimo régimen de Nicolae Ceaușescu, la ciudad sufrió un afeamiento generalizado para ser un buen país comunista. Los resultados son visibles en gran parte de la capital, sobre todo en el centro, donde el gris de los mamotretos de cemento es bastante deprimente.
Menos mal que muchos de estos mastodontes de otra época tienen los días contados, o están cambiando su cara rápidamente gracias a la alegría de la juventud rumana. Un buen ejemplo es el Teatro Nacional, que en su reciente reforma ha cambiado radicalmente de aspecto.
En la galería de exposiciones Hanul Gabroveni pude ver postales y fotografías de cómo era Bucarest antes de las grandes guerras, y no desmerecía nada a otras capitales europeas.
El blanco impoluto de la librería Carrusel (Cărturești Carusel)
Siguiendo con las reconversiones de edificios comunistas en modernos espacios de ocio, el que más me gustó fue la Librería Carrusel (Cărturești Carusel), que con su resplandeciente blanco no deja indiferente a nadie. Perteneciente a una poderosa familia de banqueros, el edificio les fue confiscado durante el comunismo y convertido en una tienda normal.
Desde 1990, el inmueble pertenece a Jean Chrissoveloni, que con su estudio de diseño ha creado una de las librerías más bonitas del mundo, conjugando perfectamente el estilo decimonónico con el minimalismo actual. Y lo mejor de todo es que está viva, con espacios para leer, hacer fotos y pasar un buen rato con los amigos. Además, tiene una bonita cafetería en lo alto.
La solemnidad de las estatuas gigantes
Último punto en el que voy a pararme en el pasado comunista de Bucarest, que me estoy repitiendo un poco, pero es que se trata de algo que llama mucho la atención en esta ciudad, y otro claro ejemplo son las estatuas gigantes que te encuentras por todo el centro, tanto en avenidas como delante de edificios importantes.
La avenida Regina Elisabeta (Bulevardul Regina Elisabeta) tiene algunas de las más grandes y clásicas, y en la plaza de la Revolución (Piața Revoluției) hay algunas de corte más moderno. Dentro de lugares como el Palacio del Parlamento veremos muchos bustos de estilo bolchevique de lo más inquietantes.
El respeto por la tradición
Los rumanos, a parte de ser buena gente, gustan de mantener vivas las tradiciones, por lo que visitar Bucarest durante alguna fecha especial, como por ejemplo Semana Santa, en la que celebran tanto la Pascua como la llegada de la primavera, es todo un acierto. Hay diferentes celebraciones en los parques y plazas en los que conocer cómo son los bailes, tradiciones y gastronomía de las distintas regiones de Rumanía.
Fuera de estas fechas, siempre podemos ir a algún restaurante tradicional rumano, en el que no faltará el pertinente baile para amenizar la comida.
Egipto en Rumanía, el Pasaj Vilacrosse
Vas caminando por una ciudad gris, plagada de las cicatrices de un pasado tumultuoso, y al girar la esquina, ¡te encuentras en un soleado fumadero egipcio! Esta es la sensación que tienes al introducirte en el Pasaj Vilacrosse, una pequeña travesía atechada llena de cafeterías en las que fumar como si te encontraras en Egipto.
Incluso puedes ver la esfinge y las pirámides. Una de las sorpresas más agradables que me encontré en Bucarest.
La divertida fiesta
Este artículo me estaba quedando muy ñoño con tanto hablar del comunismo, del gris de la ciudad, y de ese pasado que ya está más que pasado en Bucarest, pero es que reservaba lo mejor para el final. Como pasa con los postres. Y si algo hay en abundancia en Bucarest, esto es la fiesta, tal y como la conocemos los latinos.
La zona vieja está repleta de bares, pubs y clubs para todos los gustos que están abiertos durante toda la noche, con buenos precios para ser una capital europea (chupitos 1€, cerveza 2-3€, cócteles 5€-6€), y donde la calidez rumana hará que te lo pases en grande. Lo único malo para algunos como yo es que se puede fumar dentro de los bares, pero a otros seguro que les resultará el paraíso.
Lo seguro es que te lo pasarás en grande con la fiesta bucarestiana.
Puedes probar la fiesta de primera mano con Pub Crawl, el tour por 5 de los bares más de moda.
Lo buena gente que son los rumanos
Por último, y sin que suene a tópico, lo que hizo que me sintiera muy cómodo en Bucarest y en toda Rumanía fueron los propios rumanos. Hospitalarios, alegres y divertidos, no serán muy buenos haciendo ciudades bonitas, pero lo que es como anfitriones, son de lo mejor, sobre todo cuando se trata de pasárselo bien y disfrutar de su capital.
Los jóvenes vienen pisando fuerte, con muchas ganas de dar un paso de gigante hacia adelante, y de borrar de una vez la mala fama que se asocia con Rumanía.
Estas fueron las 10 sensaciones que me produjo mi visita de 5 días a Bucarest, una ciudad que sin ser bonita en el sentido estricto de la palabra, es interesante para visitar durante un fin de semana o puente, y si vas buscando fiesta, no te va a defraudar.
Guía práctica para visitar Bucarest:
- Seguridad. La capital de Rumanía está por delante de Madrid en todos los rankings sobre seguridad ciudadana, y en ningún momento sentí especial peligro, ni andando de noche por calles con apenas iluminación. El estilo decadente de gran parte de la ciudad puede alimentar nuestras peores sensaciones, pero en ningún momento ves gente con apariencia sospechosa. Los perros abandonados no se ven en el centro, tan sólo a las afueras, y conviene no mostrarse muy cariñoso con ellos, que pueden morder.
- Cómo desplazarse. Todo el centro de Bucarest está muy cerca, por lo que se puede ir andando a gran parte de los lugares de interés. El taxi es muy barato (1,39lei / km, aprox 0,35€/km), por lo que es una alternativa rápida y barata a metro y autobús.
- Dónde comer: la gastronomía rumana es abundante, pero no destaca especialmente por sus sabores, resultando aburrida. Hay una amplia variedad de restaurantes, baratos comparados con España. Por unos 60 lei (sobre 15€) puedes comer en un buen restaurante, y por 30 lei (sobre 7€) tiene un menú completo en un fast food. Algunos de los restaurantes con mejor fama que visité fueron:
- Journey Pub. Bonito bar de temática viajera en la que tomar algunos platos rápidos mejorables.
- Restaurante Vatra. Un clásico para degustar la gastronomía rumana con un toque casero.
- Dónde dormir: el alojamiento es barato en la ciudad, empezando en los 60-90 lei (15-20€) de una habitación sencilla, hasta los 530 lei (120€) de un lujoso 5* en el centro. La calidad es similar a la de España, siempre a menor precio. La mejor zona para alojarse es el centro. Mi recomendación:
- Hotel Intercontinental Bucarest 5*. Excelente hotel en pleno centro, con el estilo clásico y la alta calidad propia de la cadena Intercontinental.
- Visita guiada por Bucarest
- Tour por el Bucarest comunista
- Pub Crawl, visita 5 bares de moda de noche
- Excursión a los castillos de Bran y Peles
Me encantan tus fotos!!! De acuerdo con todo menos la fiesta ya que personalmente no fui de fiesta ni una noche :D
Gracias! Pues para la próxima tienes que probar un poco de la fiesta, seguro que te gusta que hay para todos los gustos! Un saludo
Pues reconozco que me ha sorprendido, las fotografías son geniales. Transmiten frescura, simpatía, gente abierta, una ciudad renovada… Yo también tengo esa idea de Rumanía, que es una ciudad fea y no merece la pena lo he escuchado a más de diez personas… Tengo pendiente Transilvania, que eso sí que me atrae, en el fondo todos somos un poco romáticos ;) un saludo de la cosmopolilla.
A mi me sorprendíó mucho Bucarest, me esperaba una ciudad horrible y aunque no es bonita, lo animada que es anima a visitarla.
Transilvania es inmensa, un tercio del país, por l que puedes estar bastantes días. En breve publicaré una guía con lo que me encontré por alli, a ver si te animas a visitarlo :D
Un saludo!
Supongo que dependerá de cada uno pero yo no descarto visitar un sitio porque sea «feo». Me interesa conocer la gente, la historia y vivir en sus calles. Y a nivel fotográfico puede dar mucho juego ;)
Claro, no sólo hay que visitar sitios bonitos, cada lugar tiene su interés, ya sea en el aspecto, en la vida o en cosas para hacer. Fotográficamente da para mucho, sobre todo si te gustan los lugares ruinosos
Aparte de taxis,sobre todo por la noche. Es fácil trasladarse en bicis porque la ciudad es completamente llana y hay bastantes carriles bici por las anchas avenidas. El metro barato.
Efectivamente, Bucarest es una ciudad muy fácil para moverse
Muy bueno este blog y igualmente las fotos! Soy de Bucharest (via Nueva York donde vivo) y siempre es interesante ver la vision de los otros de nuestra capital «eclectic.» A mi me sorprende cada vez que visito mi pais, una vez al ano o algo asi. Espero que hayas disfrutado! (PS – Madrid y Barcelona son unos de mis ciudades favoritos de Europa, estudie alli unos meses).
Gracias por los alagos! A mi me sorprendió muchísimo Bucarest, ya que no me esperaba gran cosa, y los 5 días que estuve allí se me pasaron volando. Un lugar a tener muy en cuenta
Muy buen articulo Víctor.
Resume con mucha frescura, los distintos ambientes de Bucarest ( muy bueno lo de los coches Dacia ;) yo soy de allí, aunque resido aquí desde hace muchos años y siempre que vuelvo me fijo)
Desde http://www.visitarumania.es, también fomento un turismo diferente, que acerque de verdad al viaje a la gente de mi país.
Gracias! Un país que merece la pena ser visitado, aunque aún le falta mejorar las carreteras e infraestructuras para poder recibir más turismo y que sea más agradable ver Rumanía. Un saludo
Hola, muy buen articulo pero en mi opinion te has perdido una acierto a la hora de comer: Carul cu Bere. Es un sitio emblematico de la ciudad que siempre que voy intento visitar.
Saludos
Hola Andrei, del Carul cu Bere me hablaron muy bien pero los días que estuve en Bucarest estaba repleto y no pude ir. Lo dejo para la próxima, aunque probé maravillas de la gastronomía rumana por todo el país.
Un saludo!
Si! lamentablemente Rumania esta asociada a los gitanos a la fealdad de la capital etc…pero hubiese sido buenísimo que te asomaras por esta zona de Moldova y Bucovina…en mi humilde opinión, es de «poveste» (de cuento) con unos paisajes que no te lo crees, da la impresión que saltaste dentro de una postal..verdor, girasoles, montes y atardeceres, casitas y montoncitos de forraje para los animales, los monasterios ortodoxos del siglo XV pintados de iconos por dentro y por fuera……la niebla baja y la luz amarilla fría de las mañanas,los interminables bosques de pinos que te dejan ver infinitas tonalidades de verde, podría seguir describiendo…Rumania: Vale la pena :)))
Pues sí, Rumanía es un país muy bonito que hay que visitar con los ojos bien abiertos. Recorrí un poco de la zona de Moldova, y es preciosa. Tengo ganas de volver en primavera a conocer mejor esas zonas.
Un saludo!
Tienes toda la razón respecto a lo que has dicho de la ciudad de Bucarest, en los coches sobre todo conducen a la que te va, todo el día pintandose unos a otros y una conducción agresiva, la comida que más me gustó fueron las sopas que tienen muy ricas la carne dejaba un poquito que desear los precios si eran bastante baratos, las chicas mirarás dónde mirarás todas eran guapas, respecto a la seguridad no nos pasó nada durante los 4 días que estuvimos incluso por la noche lo que tú has dicho calles oscuras y perfectamente se podía deambular sin que pasará nada eso sí las calles y los edificios de viviendas dejaban mucho que desear así como el cableado de las instalaciones eléctricas las comisarías de los policías y los coches de los policías llegamos a ver en un Volkswagen Polo cinco policías todos apretados en su interior estuvimos en el mes de enero hacía un frío que pelaba pero bueno lo pasamos bastante bien.
Llegué hasta aquí casi por accidente y me hiciste recordar la librería Carrusel, uno de esos sitios que vuelven a mi memoria de vez en cuando por LO HERMOSA que es. Sin dudas, uno de esos lugares a los que volvería siempre que pudiera (aunque el resto de la ciudad efectivamente no alienta mucho a hacerlo :P)
Saludos!