Rally de Montecarlo, 100 años de rallyes
Del 19 al 23 de enero se celebró la 79ª edición del mítico rally de Montecarlo, que cumplía 100 años desde su primera edición en 1911.
Al ser el 100 aniversario del rally, las inscripciones fueron gratuitas, por lo que la organización tuvo más de 250 solicitudes para correr, aunque «solo» pudieron participar 120 coches, entre los que se encontraban los equipos oficiales del IRC de Peugeot y Skoda, y muchos pilotos y coches de alto nivel.
El martes por la noche salimos desde Asturias rumbo al primer tramo de la jornada. Tras más de 10 horas en la carretera, por fin llegamos a la curva planeada, y pudimos empezar a disfrutar del gran espectáculo que se esperaba del rally.
Tras este tramo, rumbo a la salida / meta del tercer y cuarto tramo del día, St-Bonnet-le-Froid. Este tramo es como una herradura, con mucho sitio donde colocarse los aficionados y pudiendo ver varios kilómetros, además de tener mucho aparcamiento. Un lugar muy bueno para ver los coches, además de espectacular.
En este primer día de los tres de competición el tiempo fue soleado aunque muy frio, sin ningún indicio de nieve, pero las previsiones indicaban que el jueves cambiaría el tiempo. Con los tramos totalmente secos, el Skoda Fabia S2000 de Haninen y Loix y el Peugeot 207 S2000 de Solberg se situaban en las primeras posiciones, como era de esperar.
El segundo día amaneció despejado, aunque con unas nubes amenazantes a lo lejos. Fuimos dirección al tramo de Cimetière de Vassieux / Col de Gaudissart, segundo y cuarto de la jornada, hasta llegar al Col de la Machine, a más de 1000 metros de altura. La carretera para llegar a este puerto es espectacular, con grandes barrancos y túneles excavados en la montaña. Un lugar muy bonito para visitar, además de para ver el rally. A esta altitud se empezaba a ver restos de nieve en el monte, pero la carretera seguía completamente seca durante la primera pasada al tramo.
El frío iba en aumento, por lo que los aficionados empezaban a hacer hogueras en cualquier sitio, aprovechándolas para hacer una barbacoa. Nosotros, gracias al cocinero del grupo, pudimos degustar una excelente chistorra en mitad del monte.
Nada más terminar la primera pasada, empezó a nevar, aumentando nuestras esperanzas de ver un típico rally de Montecarlo nevado. Cuando empezó la segunda pasada, la carretera estaba totalmente cubierta de blanco, por lo que muchos pilotos que no pusieron ruedas apropiadas pilotaban con mucha dificultad y tenían que ir muy lento, pero los que acertaron con la monta, iban a tope, dando un gran espectáculo, como en un rally de tierra pero con menos polvo.
De esta forma los franceses Bouffier y Delecour, con Peugeot 207 S2000, se colocaban en las primeras posiciones al haber acertado con las ruedas para nieve. Los pilotos de Skoda no tenian la misma suerte y se hundían en la clasificación, al igual que Solberg que tenía muchos problemas para controlar el coche en la nieve sin las ruedas adecuadas.
Terminada la segunda jornada, rumbo al hotel, cerca de los tramos del último día.
En el último día de rally, había que esperar hasta la noche para ir a los tramos, ya que por el día tan solo había uno en la zona de los otros dos días, a más de 300km de distancia. Por ello, aprovechamos para ver Mónaco y el parque de trabajo, así como la sede del Automobile Club de Monaco.
La nieve del día anterior no había llegado con mucha intensidad a estos tramos, por lo que la carretera volvía a estar seca, aunque en las cunetas se podía encontrar algo de nieve. El primer tramo nocturno de la jornada que vimos, Lantosque / Lucéram, discurría por la típica carretera de Montecarlo, con una infinidad de horquillas para un lado y otro. Desde lo alto del monte pude ver el tramo bajo las estrellas, y las hogueras que calentaban a los aficionados.
Tras este bonito tramo, tocaba ir a la curva más famosa del mundo, el Col de Turini. Tras la odisea para ir de un tramo a otro por el enlace de 15 kilómetros, apartando coches, furgonetas y minibuses para que pudiéramos pasar, llegamos al Turini. En esta edición la curva se realizaba de la forma clásica, como no podía ser de otra forma para el 100 aniversario.
La hora a una temperatura de -10º que hubo que esperar para el paso de los coches pasó muy rápidamente gracias a la fiesta de la curva. Más de un millar de espectadores de todas las nacionalidades pasamos el rato cantando, tirando bolas de nieve, ondeando banderas, e incluso algunos saludando a Ari Vatanen. Con la buena iluminación de la curva, el gran trabajo de los comisarios, y la velocidad de los pilotos, terminar el rally viendo pasar a los coches en el mítico Col de Turini fue la guinda para un fantástico rally.
El rally terminaba con la imprevista victoria de Bouffier, y con un Delecour que tras varios años de inactividad demostró que las manos no se pierden.
Comparando este rally de Montecarlo con los de España, se ve que nos falta mucho para conseguir una organización tan buena. En todas las curvas había varios comisarios y gendarmes, llegando a más de 20 en el Col de Turini. Los comisarios, a parte de indicarte en que lugares no podías ponerte, te decían cuando cruzar la carretera sin peligro. Un detalle muy bueno, aunque con tanto comisario podían ahorrarse las cintas rojas, que molestan en las fotos.
Aún así, el rally de Montecarlo es una prueba imprescindible para cualquier aficionado a los rallyes y las carreras.
El resto de las fotos, en la galería del rally de Montecarlo
Muy buen reportaje, Víctor.
Un saludo.
Gracias!
a ver avisado que me hubiera apuntado! jajaja (es broma) muy bueno !
jeje de esto hace 2 años ;)