Festivales de verano: el Cruïlla de Barcelona
La música es una gran compañera de viajes, además de una excelente excusa para irse unos cuantos días de verano a pasárselo muy bien a un festival de música, como el Cruïlla de Barcelona, que ha cumplido ya su séptima edición convirtiéndose en el festival urbano de referencia de la ciudad Condal. Mientras escribo estas líneas acabo de volver de allí, y me gustaría contarte mis impresiones con las fotografías que más me gustan.

El festival Cruïlla es un punto de encuentro de diferentes estilos musicales, un auténtico cruce de caminos sin etiquetas, donde se puede disfrutar de una gran variedad de conciertos en el moderno entorno del Parc del Fórum.
La edición de 2016 nos dejó con 3 intensos días de conciertos en cuatro escenarios diferentes en los que actuaron desde clásicos como Robert Plant (vocalista de Led Zeppelin) o el incombustible macarra con estilo que es Bunbury, hasta grupos más actuales como Vetusta Morla o Alabama Shakes, sin olvidarnos de los imprescindibles en cualquier festival de verano, Love of Lesbian.



Aunque los que más me gustaron fueron los artistas que desconocía antes del Cruïlla. Fenómenos que transmitían una felicidad brutal, como el grupo James, donde el cantante, en pijama, estuvo más tiempo surfeando sobre el público que cantando en el escenario; o grupos locales como Egon Soda (Ricky, el cantante, terminó su actuación poco antes de salir de nuevo al escenario como guitarra en Love of Lesbian) o Zoo, que vinieron desde Valencia a presentar su rap en catalán; o el cantante Damien Rice, del que había oído buenas críticas pero nunca lo había escuchado con detenimiento.
A un festival de música vas a disfrutar con los grupos que conoces y a gozar con nuevos descubrimientos.
Y lo mejor es que si no te gusta el grupo que actúa en ese momento, siempre tienes una opción totalmente diferente en otro de los escenarios.
La variedad para todos los gustos define este festival, y que es para toda la familia, reservando incluso el domingo para actividades más allá de la música.



Y ahí está la gracia del Cruilla: es un festival para todos los públicos tanto por su variada oferta musical, como por el buen ambiente que tiene, ya que está todo muy bien organizado (sólo faltaba un autobús lanzadera nocturno a Plaza Catalunya para ser todo perfecto), apenas hay aglomeraciones aunque hayan vendido todas las entradas, y estás muy a gusto en todo momento.
A parte de la música, que es lo que nos atrae al festival, creo que el gran acierto del Cruïlla Barcelona es todo lo que rodea al festival, con varias zonas de food tracks gourmets para comer cosas muy ricas, zona de tiendas de productos locales, zona de grafitis, otra para marcas donde incluso podías tener una pelea de almohadas, y uno de los puestos que me resultó más originales, el Beefeater Sports Club, un pub inglés en el que podías echar una partida de ping pong, un billar o unos dardos, así como degustar varias bebidas aderezadas con la ginebra londinense.



Fantástica idea de Beefeater para entretenerte entre concierto y concierto con los amigos (no todo va a ser botar delante del escenario), así como saboreando la sorprendente limonada de fresa, o de limón si te gustan los sabores más ácidos.
A parte del Cruïlla, estas experiencias londinenses van a estar presentes en más festivales de verano, como el No Sin Música de Cádiz, el Low Festival de Benidorm y el Sonorama de Aranda del Duero, para que tengas tu oportunidad de disfrutar de su inconfundible estilo.
Este fue un fin de semana con dos días de festival de lo más intenso (el domingo ya no pude asistir porque tenía que volver a casa), mucha música, muchos buenos momentos y una nueva excusa más para viajar. Como si me hiciesen falta motivos para ello. ¡Ah! Y una pulsera por la que me pregunta cualquiera con el que me cruzo y con la que me acordaré del Cruïlla por mucho tiempo.






Más información:
- Festival Cruïlla de Barcelona
- Experiencias Beefeater Live
- Turismo de Barcelona
- Este artículo ha sido posible gracias a la invitación de Beefeater al festival dentro de la campaña #BeefeaterLive. Todas las opiniones son personales y no están influenciadas por las marcas mencionadas.
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