Necrópolis de Glasgow, uno de los cementerios más bonitos de Escocia
En Escocia la vida y la muerte están muy unidas, por eso no tiene que extrañarnos que todas las guías de viaje nos recomienden visitar los cementerios o necrópolis de las grandes ciudades, como por ejemplo esta de Glasgow. Con sus 15 hectáreas de extensión, ésta es una verdadera ciudad de los muertos, cuya visita es más que imprescindible para conocer mejor la cultura escocesa.
La necrópolis de Glasgow fue abierta oficialmente en 1833, después de que un chambelán de la Casa de los Comerciantes de Glasgow visitara París y quedara encantado con el Cementerio Père Lachaise. Le gustó tanto el concepto de un cementerio jardín, que convenció fácilmente a la Casa de los Comerciantes para reconvertir el Fir Park, propiedad de la casa durante 200 años, en la actual necrópolis.
Su razonamiento no pudo ser más sencillo: el parque, con vistas a la Catedral de San Mungo, era un lugar ideal para que se «acomodaran» las clases altas, y así convertirían un terreno improductivo, como era el parque, en una lucrativa fuente de ingresos para una institución de caridad. Esto requería un cambio en la ley, que permitiese realizar entierros con fines de lucro, pero poderoso caballero es Don Dinero.
Así, en menos de dos años el proyecto pasó de idea a realidad, y los habitantes de Glasgow podían visitar y descansar eternamente en este cementerio multi-religioso de estilo victoriano, el estilo de moda en el siglo XIX, diseñado por el paisajista George Mylne.
El mayor atractivo de la necrópolis son sin duda sus monumentos, más de 3.500, diseñados por algunos de los arquitectos y escultores más importantes de la época. Podemos encontrar estatuas, mausoleos y sepulcros de Alexander ‘Greek’ Thomson, Charles Rennie Mackintosh y JT Rochead, por poner algunos ejemplos.
Los monumentos no eran sólo creados y costeados por los empresaros y ricos de la llamada «segunda ciudad del Imperio Británico», sino que algunos eran erigidos por aportaciones públicas para personas que no habrían podido ser enterradas aquí, como por ejemplo el poeta William Miller, creador de la nana «Wee Willie Winkie».
La visita a la necrópolis de Glasgow es gratuita, y sumamente aconsejable. La entrada está a un lado de la Catedral de Glasgow o San Mungo. El camino cruza por encima de la carretera, por el llamado Puente de los Suspiros, en alusión al puente del mismo nombre de Venecia, y nos encontramos con la antigua puerta, con una inscripción de la Casa de los Comerciantes dando la bienvenida al lugar.
Justo al lado está el cartel indicando las distintas zonas del cementerio, así como la situación de los monumentos más importantes.
Según vamos subiendo por la colina, las tumbas ganan en monumentalidad y tamaño. Al principio tan sólo son lápidas o pequeños bloques de piedra, para encontrarnos en la cima de la colina con gran cantidad de obeliscos (importante símbolo masón), cruces escocesas finamente talladas, lápidas de gran tamaño y mausoleos.
Dominando todo este batiburrillo artístico está la estatua de John Knox, importante figura en la reconversión presbiteriana de la iglesia escocesa, y que no está enterrado aquí, ya que la estatua se levantó antes de crearse el cementerio, cuando todavía era un parque. Irónicamente, la estatua está mirando a la Catedral de Glasgow, una de las pocas iglesias medievales de Escocia que no fueron destruidas en la reforma.
Otros puntos de interés en la parte más alta de la necrópolis son la estatua a High William Gavin (la más grande en la necrópolis), el mausoleo Monteath y a la familia Aiken, el monumento a McGavin y MacFarlans, así como la propia entrada.
Seguro que caminando por este cuidado cementerio, en el que no veremos casi flores junto a las lápidas, nos encontraremos con rincones de lo más interesantes, como el de la zona judía, las lápidas que están al lado de la destilería de Whisky, o las aglomeraciones que hay en ciertos puntos, estando otros totalmente vacíos, por lo menos aparentemente.
La necrópolis, a parte de enseñarnos un poco de la forma de relacionarse con la muerte de los escoceses, es un excelente mirador sobre la ciudad, así como uno de los lugares más bonitos e interesantes que podemos visitar en Glasgow.
Información para visitar la necrópolis de Glasgow
- Entrada gratuita. El horario es desde las 7:00 hasta que anochece. Hay visitas guiadas todos los días a las 12:00.
- Web oficial
- Hoteles en Glasgow
Los cementerios-jardín tienen también la capacidad de reconciliarnos con la muerte y hacer que la visita no se deba sólo al hecho de tener seres queridos allí enterrados. Aunque está claro que el turismo necrológico -muchas veces ligado a la cultura de un lugar o a personajes que contribuyeron a ella- se ama o… ¡Se odia! A nosotros sí nos gusta visitar cementerios porque es otra manera de conocer mejor la manera de pensar y de sentir de las personas cuyo país estamos conociendo. ¡Preciosas imágenes!
Gracias! En España no hay costumbre de visitar los cementerios, que suelen ser lugares muy lúgubres, pero en otros paises de Europa como Escocia, Alemania, Francia o República Checa hay verdaderas obras de arte en estos lugares
El sementerio no parece sementerio, ya que tiene excelentes obras las cuales destacas en cada imagen que colaste correctametne en el artículo.
La verdad muy buneo, siempre es bueno saber algo más que los demas.