Los souvenires con sabor son los mejores

Seguro que más de una y de dos veces has comprado un recuerdo (o souvenir, que suena más moderno) para decorar un rinconcito de tú casa o para regalar, y así, además de quedar bien con tus amigos por acordarte de ellos, te envidiarán por el viaje cada vez lo que vean. Souvenires hay de todos los tipos, pero normalmente comparten el made in China y el ser bastante horteras, por lo que muchas veces esa figurita pintada a mano o ese plato con las letras del lugar bien grandes, que te parecía tan divino en la tienda, te da hasta vergüenza cada vez que lo ves en el mueble del salón, que con el tiempo llega a parecer un escaparate de una tienda de viajes.

Visita a Málaga, Andalucía, España
Kalise para todos

En cuanto a los regalos, esas camisetas con el eslogan «Tu hermano / abuelo / primo que te quiere mucho se acordó de ti estando en BENIDORM y te trajo este regalo…» o las de «I love MADRID / MÓSTOLES / FRIDAY» pueden parecer simpáticas, pero no creo que nadie en su sano juicio se las ponga fuera de casa. Regalos hay de todos los tipos, pero parece que estando de vacaciones, uno se dejó el gusto en casa viendo lo que compra.

Por eso, desde hace años solo compro souvenires que sean algo único del lugar; como una pieza de artesanía, una taza que se pueda usar, y sobre todo, alguna especialidad gastronómica del lugar. Y es que no hay nada más agradecido de regalar que un queso de la zona, una tarta que sólo se hace en ese pueblecito que visitaste que tanto te gustó o un chocolate de esos que no se encuentran en los supermercados.

Escaparate con camisetas simpáticas
Camisetas de todo tipo
Venta ambulante de abanicos en la calle a 1€
Abanicos típicos
Distintos quesos
Quesos

Algunos destinos se prestan especialmente a regalar su gastronomía como souvenirs. Por ejemplo, Mallorca con sus ensaimadas. Extraño es el vuelo que venga de la isla en el que los pasajeros no lleven varias cajas octogonales con ensaimadas, dándote ganas de coger el primer vuelo hacia Palma de Mallorca, tan sólo para volver de la isla con esas cajas y todo el mundo te mire con envidia por el viaje que hiciste y el dulce tan rico que llevas.

Lo bueno de estos souvenires, es que te recordarán el viaje y sus sabores durante unos días más, compartirás con tus amigos parte de la gastronomía que disfrutaste durante esos días, y sobre todo, que si el regalo no les gusta, no tendrán que verlo durante el resto de sus días en el mueble del salón.

Comenta tu opinión sobre el artículo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  1. Souvenires perecederos…
    Yo alguna vez he traído algún regalillo gastronómico de fuera. Cuando no sabes que traer a un grupo numeroso de gente es una buena opción, así luego aparte de montar una reunión de esa gente, se da buena cuenta del presente… jejeje ;)

  2. Yo he cogido la costumbre de intentar traer siempre alguna botellita de licor de la zona donde estoy… Regalo comunal y para disfrutar entre amigos en alguna sobremesa!

  3. Estoy de acuerdo contigo, menudas horteradas me han traído algunas veces. Nosotros lo que traemos de souvenir ahora siempre es algún vino o licor típico del lugar siempre y que las reglas antiterroristas de prohibición de líquidos nos lo permitan si no tiramos también de gastronomía local!!! Quién pillara una ensaimada, con lo que me gustan!!! ;-)

  4. No podría estar más de acuerdo contigo! Las tiendas de souvenirs suelen ser un horror y un insulto al buen gusto… y al final te traen cosas que no usas… Como tu, siempre intento comprar algo de artesanía original, algo de comida típica (de Italia siempre me traigo pasta al huevo casera…) o me dedico a enviar postales… Porque nada mejor que saber que se han acordado de ti!

    ;)

  5. Babbyboom, parece que dentro de poco van a quitar la prohibición de líquidos, a ver si es cierto y así traemos más vinitos y licores de esos ricos.

    Madabouttravel. Buena idea la de enviar postales, tengo que ponerme a ello.