Villaviciosa con los 6 sentidos (por qué tiene que ser Capital del Turismo Rural)

En Escapada Rural les encanta destacar la excelencia en el turismo rural, y por eso este año han abierto la votación para que entre todos nosotros escojamos cuál es la Capital del Turismo Rural. Como vivo en Asturias, he sido honrado con el título de embajador de Villaviciosa, así que en este artículo te voy a contar por qué merece ser nombrada Capital del Turismo Rural.

Playa de Rodiles al atardecer
Playa de Rodiles al atardecer

Villaviciosa es un municipio asturiano famoso por su sidra (de aquí es la sidra famosa en el mundo entero El Gaitero, así como otras tradicionales como Cortina o Castañón); cargado de historia, con hechos tan importantes como el desembarco de Carlos I en 1517 en Tazones; y con unos atractivos naturales que encandilan a sus visitantes.

Pero para mi Villaviciosa es más que un lugar bonito donde se come bien, al igual que el resto de destinos rurales de España. Lo que diferencia a Villaviciosa de otros lugares es que te estimula más allá de los 5 sentidos.

La vista

En Asturias es muy fácil agasajar nuestra vista. Observar los paisajes de montaña y las largas playas de arenas doradas es siempre un placer, algo que también ocurre en Villaviciosa.

Su playa más conocida, la de Rodiles, es tanto paraíso de surferos como de los que buscamos naturaleza accesible. Y su ría, declarada reserva natural parcial, es el lugar ideal para ir a observar aves o disfrutar de la navegación en aguas tranquilas.

Vista de la ría de Villaviciosa desde la montaña
Vista de la ría de Villaviciosa desde la montaña

El olfato

Dicen que el olfato es el sentido que mejor dispara nuestros recuerdos, y si Villaviciosa tiene un olor característico, es el del bosque costero después de la lluvia. La sal del mar Cantábrico embriaga el ambiente junto al aroma de eucaliptos, helechos y musgos que decoran el ambiente.

Si haces una ruta costera, como por ejemplo la Ruta del Azabache, lo mejor que puedes hacer es pararte en mitad del bosque y, con los ojos cerrados, saborear la fragancia asturiana. Pura naturaleza.

Paseando por la ruta del azabache
Paseando por la ruta del azabache

El gusto

Decir que en Villaviciosa se come bien es como no decir nada, pues ya se sabe que en Asturias se come mucho, y muy bien. Lo que hace única a Villaviciosa son sus manzanos, de los que se hace la sidra natural o achampanada. Probar la sidra es evocar los sabores del verano, de la fiesta de romería, del carácter de la montaña asturiana, de la dulzura de sus habitantes, de la acidez de la manzana autóctona.

Manzanas asturianas
Manzanas asturianas

El tacto

Lo que más me gusta de viajar es que puedo tocar lugares y cosas que antes solo había visto en fotografías. Acariciar el musgo del bosque, sentir la fría piedra de templos prerrománicos como el Conventín o palpar la arena de la playa son grandes sensaciones, pero si hay algo único en Villaviciosa, es su azabache.

Esta madera fosilizada de color negro se usa para tallar en ella joyas e iconos ancestrales. Destaca por su cálido tacto, y dicen que provee de protección y suerte al portador de un objeto tallado en azabache. Yo no se si esto es cierto, pero lo que si sé es que te sientes mejor al tener un trocito de azabache entre tus dedos. O igual es porque me recuerda a Villaviciosa.

Azabache encontrado en el río
Azabache encontrado en el río

El oído

Siendo un municipio con mar, el rumor de las olas junto a la actividad costera es mi sonido preferido de Villaviciosa. Graznidos de gaviotas, el susurro del mar al azotar suavemente el puerto de Tazones, los barcos pesqueros que salen pronto a faenar, las risas de los surferos tomando olas en el puntal, o incluso la sirena de fin de jornada de la fábrica de Sidra el Gaitero, son sensaciones auditivas que te transportan a un estado de felicidad superior.

Cascada al mar Cantábrico
Cascada al mar Cantábrico

El 6º sentido

Cinco sentidos son pocos para experimentar el mundo que nos rodea. El sexto sentido sería algo así como la intuición, la vibración, el sentimiento que nos transmite un lugar; un entorno; un paisanaje.

Bosque en Villaviciosa
Bosque en Villaviciosa

En Villaviciosa fui recibido como un amigo, a pesar de que tan solo iba a estar dos días. Me trataron como de la familia, aunque apenas iba a compartir unas horas con personas como Javier o María. Me hicieron sentir mejor que en casa, aunque viva a apenas media hora de Villaviciosa. Y, sobre todo, me hicieron soñar con que un mundo mejor es posible. Ellos lo están haciendo realidad día a día, y están encantados de mostrar al visitante, futuro amigo, como disfrutar de la vida a la asturiana.

Porque te hace tener buenos sentimientos, Villaviciosa merece ser Capital del turismo rural. Vótala aquí.

Guía para sentir Villaviciosa

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  1. ¡Hola! Víctor,
    Impresionante descripción de tu recorrido por Villaviciosa, que manera de captar muchos de esos encantos, rincones, aromas, vistas y tantas más características que tiene este concejo.
    Solo darte las Gracias por haberme dejado acompañarte en un pequeño recorrido de ese viaje, en este pequeño pueblo de Oles donde la energía se hace positiva
    Siempre bienvenido.
    Un abrazo.
    Javier Tuero