5 rutas de montaña fáciles y preciosas en Tenerife

Caminar es la mejor forma de conocer las verdaderas maravillas de Tenerife. Sí, lo sé, suena cansado, pero te aseguro que la satisfacción de llegar por uno mismo a sitios recónditos, con el sudor en la frente mientras disfrutas de una panorámica única, no tiene precio. De las Islas Canarias se dice que son un continente en miniatura, tal es su diversidad de paisajes, y de ellas, Tenerife podría decirse que es su mejor representante, pues tiene un poco de cada ecosistema que hacen tan características a estas islas.

Si quieres tener mucha más información sobre qué ver en Tenerife, además de rutas de montaña, puedes consultar la guía de viajes con los lugares imprescindibles qué visitar en Tenerife creada por Barceló Experiences, con consejos de los lugares más bonitos, y echarle un vistazo a las mejores actividades que hacer en la isla, con muchas ideas para hacer de tu viaje una experiencia inolvidable.

Ahora bien, su orografía es extremadamente escarpada, por lo que te encontrarás auténticos retos como las variantes de la Ruta 040, que en 30 kilómetros te permite ir desde el nivel del mar hasta la cumbre del Teide, el pico más alto de España, a 3.715 metros de altura. Todo esto salvando un desnivel de 3.812 metros. Lo dicho, un auténtico reto deportivo que hay que hacer por lo menos una vez en la vida (yo ya lo tengo apuntado en mi lista de cosas a hacer).

Teide y arenas negras
Teide y arenas negras

Como el objetivo de este artículo es mostrarte rutas relativamente fáciles de hacer, aptas para personas con una mínima capacidad física, vamos a dejar la Ruta 040 para otro día y centrémonos en estas otras 5 rutas muy bonitas, sencillas de hacer y que seguro te permitirán adentrarte en lugares inimaginables. Por supuesto, he caminado por todas ellas, así que cualquier duda, te la puedo resolver en los comentarios.

Teide. Senderos 11 y 12.

Subir al Teide es una visita obligada en cualquier viaje a Tenerife, pues no todos los días se tiene la oportunidad de estar en la cima de un volcán activo (no te preocupes, no se espera que entre en erupción próximamente, aunque si huele a huevos podridos), subiendo sin ningún esfuerzo gracias al teleférico.

Desde la base del teleférico parten varios caminos, siendo el más famoso el que discurre hasta la cima del volcán, y para el que hace falta solicitar un permiso con varias semanas de antelación. Otros de los caminos que podemos hacer desde la base del teleférico son los senderos 11 y 12.

El sendero 11 va hasta el mirador de la Fortaleza, con espectaculares vistas al norte de la isla, desde el que se puede ver el mar de nubes formado por los alisios y, si el día acompaña, la isla de Gran Canaria.
El sendero 12 llega hasta el cráter de Pico Viejo, desde el que se aprecian las lavas negras, fruto de la última erupción volcánica de la isla en 1909, producida por el volcán Chinyero (más adelante conoceremos mejor este volcán), así como las islas occidentales de La Palma, la Gomera y el Hierro.

En total son apenas 2 kilómetros de senderos fáciles y bien marcados, pero hay que tener en cuenta que están a más de 3.000 metros de altura, por lo que vas a notar que te fatigas mucho más rápido que a nivel de mar. Además, suele hacer frío (entre -10º y 5º) por mucho que brille el sol, y el terreno es traicionero, así que ropa de abrigo y calzado cómodo (nada de tacones) son imprescindibles.

Estos dos senderos son fáciles, bonitos y con vistas únicas, así que espero que puedas disfrutarlos pronto.

Sendero en la cima del Teide
Sendero en la cima del Teide
Mar de nubes y norte de Tenerife
Mar de nubes y norte de Tenerife
Foto con la cima del Teide
Foto con la cima del Teide

Sendero de los sentidos y otras rutas en Anaga

El Parque Rural de Anaga es el lugar más querido por los tinerfeños. Adentrarte en este bosque, mejor dicho, en esta selva montañosa, te hace sentirte como un aventurero de los de antaño, con sombrero de ala vuelta y machete en mano. Sin saber qué sorpresa te deparará el próximo árbol, sin ni siquiera imaginarte qué tesoro descubrirás en ese rincón oscuro.

Lo mejor de Anaga es que es difícil de visitar. Las carreteras tienen muchas curvas, hace frío incluso en verano, y se tarda bastante en llegar a los lugares más bonitos. Por eso todo el mundo hace el Sendero de los Sentidos, que parte del mirador de Cruz del Carmen (cuando está despejado las vistas son embriagadoras), y en 1,5 kilómetros has tenido una toma de contacto con el bosque de laurisilva típico Canario, además de unas paradas en buenos miradores.

Como introducción está muy bien, pero si quieres descubrir la verdadera Anaga, lejos de las marabuntas de turistas y rodeado por el silencio, te aconsejo que te armes de un poco de paciencia y vayas hasta los lugares más remotos, para descubrir rutas como la del Roque Bermejo, las Vueltas (hacia Taganana) o Bosque Encantado (necesita autorización). Son senderos más exigentes que el de los Sentidos, en los que necesitarás gran parte del día para recorrerlos, pero a cambio te adentrarás en uno de los lugares más mágicos de Canarias.

Anaga con el Teide al fondo
Anaga con el Teide al fondo
Barrancos de Anaga
Barrancos de Anaga
Sendero de los sentidos
Sendero de los sentidos
Sentido olfato
Sentido olfato
Playa de Benijo al atardecer
Playa de Benijo al atardecer

Punta de Teno y el faro

De la montaña nos vamos hasta el mar para llegar a uno de los faros más bonitos que hay en las islas, el de punta de Teno. Si bien hay carretera hasta el faro, durante el día está cortada al tráfico, teniendo que ir en autobús (guagua) hasta el faro, o llegar caminando por alguno de los senderos.

Una de las rutas más interesantes, además de la propia carretera, en la que no es aconsejable adentrarse por los desprendimientos, es caminar por parte de la ruta PR TF 51, que parte desde Los Bailaderos hasta punta de Teno, donde se encuentra el faro. En total son 4,2 kilómetros con dificultad media, ya que es bajada por terreno de piedras sueltas, y 8,4 kilómetros la ida y vuelta, con una pendiente acumulada que se nota.

Lo bonito de esta ruta es que estás en una zona poco conocida de la isla, sin apenas población, rodeado por un paisaje lunar.

Punta de Teno
Punta de Teno
Faro de Teno
Faro de Teno
Acantilados de Teno

Malpaís de Güimar

En geología se llama malpaís al terreno de piedras sueltas poco erosionadas de origen volcánico. Aquí la clave es lo de «poco erosionadas», que significa básicamente: piedras que cortan mucho. Así que en este tipo de terrenos hay que ir con calzado de montaña de suela fuerte (las zapatillas de deporte pueden terminar destrozadas), y tener mucho cuidado con caerse, pues las piedras cortan. Por eso es recomendable ir con bastón para aumentar los puntos de apoyo.

Me gustó la ruta del malpaís de Güimar porque, para los que vivimos lejos de un volcán, este paisaje es toda una novedad. Los arbustos se afanan por sobrevivir entre las rocas, los negros lagartos se escurren entre las oquedades lejos del asfixiante sol y, lo mejor de todo, caminamos junto al murmullo del mar.

Una ruta donde sólo hay que tener cuidado con dónde pisamos, pues dura como mucho 6,1 kilómetros en un trazado circular con apenas elevación, y nos permite conocer un tipo de paisaje que recuerda muchísimo a Lanzarote.

Interior de Tenerife desde el Malpaís de Güimar
Interior de Tenerife desde el Malpaís de Güimar
Cáctus en el malpaís
Cáctus en el malpaís
Paisaje del Malpaís
Paisaje del Malpaís

Volcán Chinyero (PR 43.1)

La última de las rutas preciosas para hacer en Tenerife es también la más larga, pues puedes llegar a caminar hasta 20 kilómetros, pero no te asustes, porque puedes escoger qué itinerario recorrer y adaptarlo a tus fuerzas. Eso sí, te recomiendo que empieces a caminar pronto (las 10 de la mañana como muy tarde), porque por mucho que hayas planeado hacer una versión más corta, el paisaje te va a gustar tanto que vas a querer seguir caminando.

Hasta el Volcán Chinyero, nuestro viejo conocido que ya vimos desde el Teide y que fue el último volcán en entrar en erupción en la isla, llegan varias rutas de diferente dificultad.

Una de las más bonitas es la que discurre desde San José de los Llanos hasta la circunvalación del Volcán Chinyero (PR 43.1), atravesando una gran diversidad de paisajes, como son el bosque de pino canario, el malpaís de arenas negras, la planicie volcánica, y el bosque de altura, todo ello en menos de 20 kilómetros de recorrido total.

La ruta está muy bien señalizada, como todas las rutas en la isla, y hay sombra suficiente durante todo el camino para hacer altos esporádicos, por lo que si quieres conocer cómo es realmente la naturaleza de Tenerife (y saludar a los simpáticos lagartos negros), esta ruta es muy recomendable.

Volcán en arenas negras
Volcán en arenas negras
Teide desde el bosque
Teide desde el bosque
Volcán Chinyero y Teide
Volcán Chinyero y Teide
Bosque en Chinyero
Bosque en Chinyero

Estas rutas son recomendables tanto para el que visita Tenerife por primera vez como el que ya ha estado varias veces.

Como consejo final, recordarte que cualquier actividad en la naturaleza supone un riesgo, aunque sea una ruta super fácil apta para todos los públicos, por eso asegúrate de llevar siempre el móvil cargado antes de empezar la ruta, tener ropa de abrigo suficiente como por ejemplo cazadora de invierno y manta térmica (aunque brille el sol en Canarias, el tiempo cambia muy rápido a poco que asciendes en la montaña), llevar agua de sobra y comida calórica (el chocolate y los frutos secos siempre apetecen) y, si puedes, avisar en el alojamiento o a tus amigos por dónde vas a estar antes de que te quedes sin cobertura. Ya sabes, mejor prevenir mayores disgustos que pasar por ellos.

Comenta tu opinión sobre el artículo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  1. Mi marido y yo nos hemos quedado maravillados con el sendero rural de Anaga, lo hemos visitado hace dos semanas y es realmente precioso, nunca había visto un bosque tan frondoso. Sin duda Tenerife es una isla muy bella que esconde muchos secretos.